El 2013 cierra con buenas perspectivas para los cultivos tradicionales
Datos oficiales arrojaron muy buenos resultados para soja y maíz, con una nueva apuesta por la recuperación del trigo. Sin embargo para las economías regionales el mayor problema es la competitividad.
El año que se termina, según información oficial, ha generado muy buenos resultados en la actividad agrícola tradicional. En lo que respecta a soja el área sembrada alcanzaría las 20,8 millones de hectáreas, mientras que la de maíz llegaría a 5,7 millones, números similares a los de la anterior campaña.
Teniendo en cuenta dichas estimaciones podría alcanzarse una cosecha de 57 millones de toneladas para la soja y de 32 millones para el maíz. Aunque se trataría de cifras récord hay que tener en cuenta los distintos factores climáticos podrían incidir en el resultado final.
Acerca del trigo las proyecciones indican que la cosecha alcanzará 9,5 millones de toneladas, superiores a las de 8 de 2012. A esto se suman las expectativas por el anuncio de la creación de un fondo para los productores con los derechos de exportaciones que se obtienen del cereal.
No obstante las economías regionales, sobre todo las que tienen destino de exportación, mostraron en 2013 problemas por la falta de competitividad. Algunos productos como los cítricos en el Litoral tuvieron un año marcado por el aumento de costos.
El azúcar por otro lado sufrió la caída de los precios internacionales y la merma en la producción local por motivos climáticos, dando como producto la apuesta por el biocombustibles para mantener los márgenes de rentabilidad.
El caso de la yerba mate es paradigmático ya que se encuentra en medio de una disputa por los precios entre los productores, los secaderos y la cadena de comercialización. Allí los productores denuncian que la suba que mostró la yerba en los mostradores no llegó a sus manos, sino que fue absorbida por los demás integrantes de la cadena.
Estas situaciones y los problemas de competitividad son puntos centrales que el ejecutivo esta trabajando y que el flamante ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, puso como eje de su gestión.