Las cosas se salieron de control. Pese a tratarse sólo de un partido de preparación para la NFL, los jugadores de ambos equipos se fueron a los golpes en pleno encuentro. Una fuerte entrada contra un jugador originó la batalla.

Eso no fue todo. Debido a que sólo una barra de seguridad separaba la cancha de la tribuna, algunos hinchas se sumaron a la batalla. Pese a las imágenes, nadie salió herido y el compromiso se reanudó minutos después.

En un momento de la pelea, un fanático de los Raiders le pegó con un casco a un jugador de los Cowboys y este se vengó con una piña.

"Definitivamente esta situación es peligrosa", dijo Webb, el que le pegó al hincha y agregó: "no sé por qué los espectadores querrían saltar hacia este lado de la cerca. No creo que les guste mucho estar de este lado".

"No me gustan las peleas. Prefiero que salgamos y juguemos", dijo el DT de los Raiders, Dennis Allen. "No tenemos tiempo para eso, y desde luego, no nos gusta que nadie se agarre a la piñas. Creo que ambos equipos salieron, compitieron y realizaron un buen trabajo".

El dueño de los Cowboys, Jerry Jones, elogió el entusiasmo y el ambiente de la práctica, observada por 8.326 espectadores, muchos de los cuales hicieron fila desde la mañana para conseguir su lugar.