Warner brindó un discurso en un acto del partido Liberal en Trinidad y Tobago -su país de origen-, titulado "Sin Tapujos". Allí, uno de los acusados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos de estar involucrado en sobornos por más de 150 millones de dólares, anunció que "teme por su vida", pero que colaborará con los organismos de seguridad estadounidense.

"He guardado silencio, temiendo que este día podría llegar. Ya no lo voy a hacer más. Ya no voy a guardar secretos para quienes buscan activamente destruir al país", admitió Jack Warner.



La declaración de Warner puede complicar aún más la situación del Presidente de FIFA, Joseph Blatter. Prometió presentar documentos ligados a transacciones financieras con el máximo organismo del fútbol mundial y sorprendió al asegurar que tiene información que vincula a la entidad con las elecciones del Gobierno de Trinidad y Tobago en 2010.

El miércoles Interpol emitió su pedido de captura con la circular roja (junto a otros cinco acusados), pero se las ingenió para brindar su discurso sin problemas y sentenció: "ni siquiera la muerte frenará la avalancha que se viene".