Tinelli presidente
El capo de la televisión ya decidió que quiere colaborar con San Lorenzo desde adentro. Y en esta nota te contamos cuál es la táctica del Cabezón para llegar al poder del club de sus amores.
Decir Marcelo Tinelli es decir, entre otras muchas cosas, San Lorenzo. Cinco años después de empezar a participar activamente en la política de fichajes del club, ahora el Cabezón quiere más. Ya lo saben sus íntimos y varios de los que manejan hoy a San Lorenzo: esta vez Tinelli quiere más. ¿Cuánto más? Pretende ser el presidente del club o, al menos, el vice.
Tinelli reconoció por lo bajo que cuando con la llegada de Ramón Díaz en el 2007 aportó dinero para refuerzos rimbombantes la movida no terminó siendo exitosa. Lo fue en lo futbolístico: San Lorenzo se llevó el Clausura ese año. Pero generó gastos que desvirtuaron la economía de un club que no estaba preparado para semejantes erogaciones. Las estrellas pasaron, algunas aportaron más y otras menos, y se fueron.
Por eso, Marcelo sueña con un vínculo más integral, para intentar sacar a San Lorenzo de la crisis en la que se encuentra.
Ya se metió Tinelli hace tres meses en la decisiones del club: fue él el que casi obligó a Carlos Abdo a traer a Caruso Lombardi. Primero el presidente no se animó a echar a Leonardo Madelón pero ante la seguidilla de malos resultados, acabó por hacerle caso al Cabezón y así arribó Caruso.
Ahora, con Abdo tambaleándose y sin apoyo dentro de la Comisión Directiva, Tinelli ya decidió dar el gran paso. Pero no quiere dar el paso de cualquier manera, quiere que lo elijan los socios. El ciclo de Abdo terminaría a fines del 2013. Sin embargo, el presidente está debilitado política y económicamente. Para que se adelanten los comicios deberían renunciar Abdo y siete miembros de la CD. En ese caso, se declararía la acefalía y el club quedaría en manos de la Asamblea, conformada por 60 socios. Esta Asamblea tendría dos opciones: 1) elegir otra Comisión Directiva o 2) convocar elecciones en tres meses.
Ahí es donde entraría Tinelli al baile (¿por un sueño?). Aunque el conductor ya hizo buenas migas con una parte importante de los asambleístas (los suficientes para que pudiera conducir el club), él va por más. Tinelli quiere que las urnas le den el cargo. Y, según sus propias encuestas, se lo darían ampliamente.