El sobreseimiento alcanza a los exdirigentes Aguilar, Alfredo Wodke y Mario Israel; los barrabravas Alan Decoste, Juan Carlos Leguizamón, Martín Araujo, Héctor Godoy, Christian Ghisleti, José Martín Vallejos, Javier Avila, Gustavo Larrain y Domingo Díaz, y los intemerdiarios de pases de futbolistas Néstor Schelotto y Gabriel Vignera.

El fallo está firme, razón por la cual todos los imputados están definitivamente a salvo de cualquier sanción penal por los hechos por los que fueron investigados.

El juez de instrucción Santiago Quian Zavalía dispuso el cierre de la causa a pedido de la defensa de Aguilar, a cargo del abogado Julio Golodny, quien en julio pasado había planteado que los hechos reprochados a su defendido se remontaban a 2008-2009, por lo cual ya se había excedido largamente el máximo de la pena que podía caberles a los imputados, seis años de prisión.

El planteo de Golodny fue acompañado por el fiscal de la causa, José María Campagnoli, y ahora por el juez Quian Zavalía.

Los acusados fueron investigados por "la incorporación de algunos integrantes de la denominada 'barra brava' como empleados del Club Atlético River Plate, a quienes habrían abonado sueldos sobrevaluados para la función que desempeñaban y el haberlos percibido durante el desarrollo del Mundial de Fútbol del año 2006".

También por "las maniobras llevadas a cabo para las transferencias de los jugadores de fútbol profesional Maximiliano López, Gonzalo Higuain, Javier Saviola, Javier Mascherano, Fernando Belluschi, Augusto Fernandez, Mateo Musacchio, Luis Gonzalez y Juan Pablo Carrizo".

El tercer hecho investigado estaba relacionado con supuestas "irregularidades que habrían sido advertidas en la construcción del museo del Club Atlético River Plate también durante la gestión presidencial de José María Aguilar", denuncia que fue presentada ante los tribunales por Daniel Passarella.

"Es evidente que desde la fecha en que se produjo el posible perjuicio, hasta la actualidad, ha transcurrido el término previsto" para la pena máxima prevista para el delito, sin que hubiera causales que interrumpieran el plazo de la prescripción, sostuvo el juez al cerrar la causa sin condenas.