La Final de la Copa del mundo entre Alemania y Argentina a jugarse desde las 17 en el estadio Maracaná en Río de Janeiro será presenciada por al menos diez mandatarios de todo el mundo que acompañarán a la anfitriona, la mandataria brasileña Dilma Rousseff.
Roussef será quien entregue la copa a los próximos campeones del mundo, y para ello estará acompañada por dos de los mandatarios que viajarán a la VI Cumbre de los BRICS, que comenzará la semana próxima en Fortaleza: el ruso Vladimir Putin y el sudafricano Jacob Zuma.
Zuma será representante de la anterior sede del mundial, Sudáfrica, mientras que Putin recibirá el testigo de Rousseff, teniendo en cuenta que Rusia será sede en 2018.
Por Alemania estarán presenten la canciller, Angela Merkel, y el presidente  Joachim Gauck.  Además se confirmó la presencia de los presidentes de Hungría, János Áder; Congo, Denis Sassou-Nguesso; de la República Democrática de Congo, Joseph Kabila; por Haití, Michel Martelly; y los jefes de Estado de Gabón, Trinidad y Tobago, Guinea Ecuatorial y Finlandia.
Rousseff ofrecerá un almuerzo, previo al partido, para todos los mandatarios en Río de Janeiro.

La Final de la Copa del mundo entre Alemania y Argentina que se jugó desde las 16 en el estadio Maracaná en Río de Janeiro fue presenciada por al menos diez mandatarios de todo el mundo que acompañaron a la anfitriona, la mandataria brasileña Dilma Rousseff.

Roussef fue quien entregó la copa a los alemanes, y para ello estuvo acompañada por dos de los mandatarios que viajarán a la VI Cumbre de los BRICS, que comenzará la semana próxima en Fortaleza: el ruso Vladimir Putin y el sudafricano Jacob Zuma.

Zuma fue representante de la anterior sede del mundial, Sudáfrica, mientras que Putin recibió el testigo de Rousseff, teniendo en cuenta que Rusia será sede en 2018.

Por Alemania estuvieron presentes la canciller, Angela Merkel, y el presidente  Joachim Gauck.  Además asistieron los presidentes de Hungría, János Áder; Congo, Denis Sassou-Nguesso; de la República Democrática de Congo, Joseph Kabila; por Haití, Michel Martelly; y los jefes de Estado de Gabón, Trinidad y Tobago, Guinea Ecuatorial y Finlandia.

Rousseff ofreció un almuerzo, previo al partido, para todos los mandatarios en Río de Janeiro.