Proyecto: ¿la palabra que falta en el fútbol argentino?

Pasaron siete fechas del torneo local y el torneo de Transición ya se cobró sus primeras seis víctimas. Sí, seis entrenadores dejaron su cargo por diferentes cuestiones. Parece que la histeria en nuestro fútbol puede más que los proyectos de cada entrenador y la primera cabeza que rueda siempre es la de los técnicos.  

La primera víctima fue Lucas Bernardi, el ídolo de Newell´s decidió renunciar luego de perder el clásico con Central en la segunda fecha. Sí, leyeron bien, en solo dos partidos un entrenador dejó su cargo. Está claro que la relación entre el plantel y Bernardi no era la mejor, pero los dirigentes de la 'Lepra' no hicieron mucho para que el exmediocampista central se quedara en su puesto. 

Uno de los casos que más cuestionamientos tuvo fue la decisión de que Rodolfo Arruabarrena dejara de ser el entrenador de Boca luego de salir campeón del torneo local y de la Copa Argentina y lo agrava que tres meses antes había renovado su vínculo con el club. Está claro que las derrotas con River y la eliminación de la Copa Libertadores dejaron al 'Vasco' con heridas que nunca terminaron de cerrar. Habían pasado solo cinco fechas del inicio del torneo. 

El caso de Carlos Mayor en Argentinos es para destacar, la salida de 'Pipo' Gorosito en el torneo anterior y el cambio de dirigencia parecía que traía calma al 'Bicho', pero después de cinco fechas y con tres derrotas duras -con Vélez, Estudiantes y Defensa y Justicia-, lo dejaron fuera de la institución. El "proyecto" que se planificó en la pretemporada quedó en la nada en solo cinco partidos. 

Sergio Lippi es uno de los pocos entrenadores que logró con un mismo club dos ascensos, llevó a Sarmiento de Junín de la B Metropolitana a la B Nacional y de allí a la primera división. Pero parece que después de eso solo sirve salir campeón. Luego de una primera temporada donde dejó al 'Verde' en Primera y un mal arranque en la segunda -con una victoria, un empate y cuatro derrotas-, llevaron a los dirigentes a cesantear al entrenador.

En nuestro fútbol pasas de ser héroe a villano en segundos. 

Pedro Troglio, a quiénes algunos llamaron el Ferguson argentino por la cantidad de tiempo que llevaba como entrenador de Gimnasia, dejó de ser el DT de 'Lobo' por la decisión de los dirigentes que en un clásico se agarran a las piñas con jugadores de su mismo club. Cinco años pasaron de Troglio en Gimnasia con aciertos y virtudes, ascendió y hasta peleó el torneo 2014 hasta la última fecha, un entrenador que dejó la vida por esa institución y se va despedido por haber perdido con Estudiantes.

Por último y en un caso verdaderamente extraño, Claudio Vivas dejará de ser el entrenador de Banfield luego de que la dirigencia lo haya llamado para dirigir al equipo por la salida repentina de Matias Almeyda y haberlo ratificado por los buenos resultados en el torneo anterior. Parece que hoy el apoyo de los directivos no es tal y es por eso que ya tienen todo arreglado con Julio Falcioni, que se hará cargo del primer equipo y que tiene en sus espaldas el único campeonato ganado por el 'Taladro'.

A los resultadistas que quieran explicar estas salidas, se le responde con resultados: son seis entrenadores que dejan sus cargos en siete fechas jugadas. Y varios, por caso Burruchaga en Rafaela, están en la cuerda floja.  

En nuestro fútbol -¿solo en nuestro fútbol?-, los únicos culpables son los entrenadores.


Y de los proyectos no hablemos, hablemos de resultados.