Dilma Rousseff aprovechará una reunión privada que mantendrá el viernes próximo con el papa Francisco para invitarlo al Mundial. Al día siguiente, la mandataria presenciará la designación del arzobispo de Río de Janeiro, Orani Tempesta, como cardenal de la Iglesia.

Consultada al respecto, Dilma afirmó que "también voy a invitarlo al Mundial"; pero no se quedó ahí, sino que lanzó una provocación futbolística a los argentinos: "Yo hincho por Brasil. Creo que en el fondo, el Papa también", dijo, añadiendo que "antes que otras opciones, hincha por nosotros".

A la presidenta del Brasil parece no importarle que, pocas horas antes de sus declaraciones, Francisco haya sacado pasaporte y nuevo DNI del país que lo vio nacer.