La Fórmula 1 sumó este jueves un papelón más a una temporada llena de polémicas. Ya con Max Verstappen, sumó otro problema: Carlos Sainz protagonizó un impactante accidente con su Ferrari durante las pruebas de entrenamiento en el circuito de Las Vegas. 

La escudería italiana hizo una fuerte denuncia al responsabilizar a los organizadores del estado en el que quedó su monoplaza, ya que lo que provocó el desperfecto en la máquina roja que circulaba a una velocidad de 318 km/h fue…"fue el marco de hormigón alrededor de una tapa de alcantarilla". 

Tras el accidente, las prácticas debieron extenderse hasta las 4 de la madrugada y las imágenes recorren el mundo. El bochorno es total debido a que “la máxima” regresaba a Las Vegas 41 años después, en nuevo costó más de 500 millones de dólares, se amplió a 6,2 kilómetros.

Los comisarios desestimaron el descargo de Ferrari

 "Hemos dañado completamente el monocasco, el motor y la batería. Es simplemente inaceptable (...) Nos cuesta una fortuna", dijo enojadísimo el director del equipo Ferrari, Frederic Vasseur.

La escudería pidió una excepción, salir a pista de nuevo pero los comisarios desestimaron el reclamo pese a las “circunstancias externas muy inusuales” que privaron al piloto completar la prueba.

¿La decisión? El español retrocederá 10 puestos en la parrilla de salida del sábado.