El Pipita se sacó la mufa. Higuaín tenía el gol guardado y él sabía que iba a llegar. Y así lo hizo. Nuestro nueve anotó el único tanto frente a Bélgica que nos dio la enorme clasificación a semifinales.

Todo sucedió un sábado de lluvia que podría haber sido solo una tarde melancólica. Pero no, no fue. Argentina ganó, se clasificó y la Ciudad estalló entre gritos, cornetas y bocinas. Miralo, es imperdible.