Tras la goleada de Brasil por 5-0 ante los africanos, un niño imbadió a la cancha para conocer a sus ídolos, pero fue interceptado por la seguridad.

Rápidamente, el crack del Barcelona se acercó, los detuvo y se lo llevó junto a todo el equipo para sacarse fotos. "No hay nada más lindo que sacarle una sonrisa a un niño", sostuvo.