El estadio del Real Madrid, donde la 'Saeta rubia' brilló en los años 50 y 60 y conquistó cinco Copas de Europa en forma consecutiva, fue abierto a las 10.40 (5.40 de la argentina) para recibir a los simpatizantes que fueron desfilando para despedir los restos del astro.

Una prolongada fila de madrileños recorría esta mañana buena parte del anillo del estadio desde una hora antes de abrirse las puertas. Uno de los primeros en llegar al lugar fue el titular del club, Florentino Pérez.

El presidente 'merengue' entró a la capilla ubicada en el antepalco del estadio en la zona madrileña de Chamartine, donde muchas veces `Don Alfredo` se reunía con amigos a tomar café, junto a Emilio Butragueño, antiguo futbolista blanco y director de Relaciones Institucionales del Real Madrid.

Pérez había anunciado que el Bernabéu sería el escenario de la capilla ardiente por expreso deseo de Di Stéfano y sus familiares. "Este estadio era su fábrica, su casa y su territorio sagrado. Aquí le rendiremos el homenaje que se merece".