El pizarrón del 'Muñeco' tiene flechitas rojas y negras, diagonales, líneas punteadas que marcan el retroceso; cruces y equis que señalan cómo no dejar espacios al defender, y cómo no dejarlos también al atacar.

Gallardo sabe qué no puede permitir que haga Tigres. Sabe y conoce el 'Muñeco' por los duelos de la fase de grupos que el fuerte del equipo que dirige Ferretti es la pelota al piso y el primer pase rápido a las puntas para desbordar.

Para ello, el fútbol de Tigres nace desde los pies del arquero argentino Nahuel Guzmán hacia el centro con Pizarro, o hacia los costados con los laterales: el derecho, el veloz Jiménez (un joven que salió del club y volvió), y el zurdo Torres Nilo, de buen criterio y pegada a la hora de pisar campo rival.

Pero además, la interesante posición de Arévalo Ríos (similar a la actual de Ponzio), ubicado delante de un cinco tapón, para presionar, recuperar y distribuir sobre la salida del rival. Ese eje central es la telaraña en la que no deben caer los jugadores millonarios.

En el medio, sobre las bandas, el conjunto mexicano cuenta con dos hombres nuevos luego del receso de la Copa América. Por derecha, Jürggen Damm -veloz y agresivo-, que fue elegido figura ante Inter en semifinales; allí radican las dudas de Gallardo, para contenerlo desde la marca o con un jugador también agresivo para que se preocupe de él.

Por izquierda juega Aquino. También diestro, jugó casi 70 partidos en Villarreal de España y aunque convirtió un solo gol, es hábil y encarador, aunque no defiende tan bien y allí Carlos Sánchez puede encontrar espacios.

Y claro, ahora Tigres además cuenta con la potencia y la presencia ofensiva de Gignac, además del brasiñelo Rafael Sobis. El francés es peligroso de arriba y también en el pivoteo de espaldas al arco y en el pie a pie al borde del área.

El Gran DT

"Ser ancho para ser profundo", dijo Menotti aunque bien podría ser una máxima de Ricardo Ferretti, entrenador que atraviesa su tercera etapa en Tigres (llegó en el 2000).

Hace cinco años el DT fue repatriado por la cementera Cemex, máximo accionario del club que decide desde el nombramiento del presidente hasta las contrataciones del equipo. Y Ferretti lo logró en 2011, al conseguir el campeonato mexicano luego de 29 años.

El poderoso disfrazado de pequeño

Este escriba justificó parte del tropiezo de River en la primer ronda, además claro de la falta de definición y decisión de los Millonarios ante débiles rivales como Juan Aurich y San José, con el cuidado que debía tenerse de Tigres.

Tigres fue calificado por revistas económicas como el quinto equipo más poderoso de la presente edición de la Copa, detrás de los conjuntos brasileños. Y el presupuesto del plantel, ya sin los refuerzos internacionales, antes del inicio de la Libertadores era de más de 65 millones de dólares.

Es que este equipo sin historia en su país, con apenas tres títulos desde 1967 (año de fundación), y con más vida en el ascenso o peleando por mantenerse que en Primera, contaba con jugadores de nivel.

A saber, el arquero suplente de la selección argentina Nahuel Guzmán, el 5 de la selección uruguaya Arévalo Ríos, jugadores con pasado en el Tri de México (Hugo Ayala, José Dueñas y el propio Aquino, por caso), y el brasileño Rafael Sobis.

Esos nombres no son de equipo 'chico'; y semejante inversión para ser el primer equipo que gane la Copa Libertadores, menos. Y River y Gallardo lo saben.