Se trataba de una protesta de un artista contra la falta de autenticidad en el fútbol actual, y en el piso de Cónica la convirtieron en una mesa de despedida de solteros. Con chistes de doble sentido  juegos de palabras que atrasan treinta años, y sin hace ninguna referencia al hecho artístico ni a la protesta.

Los equipos se enfrentaron en la ciudad de Oer-Erkenschwick en Renania del Norte-Westfalia, Alemania, donde jugaron un partido completamente desnudos como parte de una protesta contra la comercialización en el fútbol.

El artista Gerrit Starczewski fue el autor de la iniciativa y quien declaró: "El sistema de fútbol está enfermo, por eso todos nos desnudamos. Todo el mundo quiere tener autenticidad. Pero creo que uno es particularmente auténtico si prescinde de todas las demás cosas, realmente todo lo superfluo, desde los carteles publicitarios hasta la ropa".

La crítica de Starczewski denuncia lo que muchos ven como un problema creciente: la  comercialización del fútbol mundial. 

La autenticidad corporal es algo que el artista quiere resaltar y sostiene que está ausente en el fútbol moderno, reflejando en cómo el deporte vende un cierto tipo de imagen corporal. "Todo tiene que ser perfecto allí también, y al final se trata de comercialización".

Pero para los conductores de Crónica lo importante era "¿quién juega de 7?".