Los argentinos que duermen cerca de Messi
Dos hinchas argentinos instalaron una carpa en la puerta de la concentración de la selección en Belo Horizonte. Viajaron por 72 horas en auto y aún no tiene entrada para el partido del sábado frente a Irán, entrá y conoce la historia de estos locos muchachos que están muy cerquita de Messi.
Sin lugar a dudas todos queremos estar presente en un acontecimiento de gran magnitud como lo es un Mundial, y ante el impedimento económico sale a la luz el ingenio y así lo podemos ver en estos dos argentino que viajaron desde Neuquén y Córdoba hacia Brasil.
Maxi Gutiérrez, de 25 años e hincha de Boca, y Franco Marchesi, de 24 y de River, son amigos a pesar de vestir los clásicos colores del fútbol argentino. Los dos tenían planificado ir a Brasil con otro grupo de amigos, pero los demás fallaron y se aventuraron solos.
Maxi es de Neuquén y salió desde allí el miércoles 11 de junio con su auto, luego paso a buscar a Franco por Córdoba, allí nació su amistad, cuando ambos estudiaban kinesiologia. Con el auto encaminaron su viaje a Brasil, el sábado llegaron a Rio de Janeiro, donde la Argentina le gano por 2-1 a Bosnia en el debut, pero ellos no pudieron ir a verlo al Maracaná (por el valor de la reventa), por eso decidieron ir hacia Belo Horizonte.
Los dos fueron los primeros en llegar a Cidade de Galo, y decidieron armar una carpa frente al predio donde se encuentra alojada la selección argentina. Allí pasan las noches, esperando poder conseguir las entradas para el partido frente a Irán que le puede dar la clasificación a octavos al equipo de Sabella.
Maxi cuenta que: “Preguntamos si podíamos instalarnos y nos dijeron que no había problema. Acá, a la noche no pasa nada, sólo pasa la policía militar", El predio donde se aloja la Argentina, pertenece a Atlético Mineiro, está situado al costado de la ruta. Queda en el kilómetro 21 de la Rodovía MG 424, en Jardim da Gloria, un barrio humilde de Vespasiano, en las afueras de Belo Horizonte.
Desde su humilde carpa estos argentinos esperan el milagro de conseguir boletos para el partido frente a Irán, o aunque sea que salga algún jugador para poder fotografiarse.
"Trajimos pastas secas y arroz desde la Argentina y también una garrafa. Cocinamos acá", cuentan los jóvenes, "Ahora, queremos entradas. Vamos a tratar de hablar con algún dirigente. Fuimos los primeros en llegar, a ver si nos dan algo.
"El sueño está intacto", afirman estos jóvenes y tienen fe de volver a ver a la selección y continuar su viaje hasta Porto Alegre, donde el seleccionado enfrentará a Nigeria y ojala lo haga ya clasificado a octavos. Ingenio y viveza argentina, para estar cerca de Messi y compañía.