Fue en el minuto 57, cuando los norirlandeses dominaban por 1-0. El árbitro decretó la interrupción y los protagonistas del partido se retiraron corriendo al túnel de los vestuarios. Allí, esperaron unos cinco minutos y pudieron volver al campo, donde el encuentro se reanudó sin problemas.
 
Desde el principio del partido la lluvia había estado acompañando a los jugadores, en una jornada con meteorología revuelta en Lyon.

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