Las calles de Argel estuvieron decoradas con los colores nacionales, con banderas de todos los tamaños colgando de balcones y fachadas de edificios para dar la mejor bienvenida al plantel.

La procesión de la selección nacional, que había arribado al Aeropuerto de Argel estuvo colmada de hinchas que saludaban y alentaban a sus ídolos en el camino hasta la Place de la Concorde Nationale. Ese trayecto fue realizado en un autobús diseñado para la ocasión, pintado con los colores de Argelia, con los nombres estampados de los jugadores y el eslogan característico "uno, dos, tres, viva Argelia".

Luego, toda la delegación fue recibida por el presidente Bouteflika, quien les dio un mensaje de felicitaciones y los invitó a seguir trabajando por la misma senda. Y en relación a la continuidad del entrenador, se dio un particular diálogo, según el sitio DZFoot, entre Bouteflika, Mohamed Raouraoua (presidente de la Federación de Fútbol de Argelia (FAF)) y Halilhodzic.

-Vahid (Halilhodzic) debe permanecer con nosotros. Este que tenemos es un gran equipo-, dijo Bouteflika a ambos.

-No siempre fue fácil, pero tenemos que continuar con este impulso. Con nuestro juego, nos hemos convertido en los preferidos de los brasileños-, contestó Halilhodzic ante la incomodidad de Raouraoua. Es que el contrato del entrenador expiró el 30 de junio y ya suena el francés Christian Gourcuff para sucederle. Sin embargo, los hinchas argelinos ya están juntando firmas para presionar por la continuidad del técnico que por primera vez los metió en los octavos de final de un Mundial. De las 100 mil firmas que buscan ya están cerca de las 70 mil.

Por lo mostrado en Brasil y la relación que forjó Halilhodzic con todo el grupo, debería continuar en el cargo, más teniendo en cuenta que entre septiembre y noviembre de este año, los Zorros del Desierto buscarán la clasificación a la CAN Marruecos 2015, en una etapa Eliminatoria que los tendrá en el Grupo B junto a Malí, Etiopía y Benín o Malawi.

No todo es victoria en la vida. Más allá de la eliminación en octavos de final; Argelia se dio el lujo de tocar, como otros, el cielo con las manos.