Sucedió el sábado a la madrugada a la salida del boliche Kika, en el barrio porteño de Palermo. Allí, el jugador de 22 años fue parado por un control del Comando de Control Centralizado de Transito, dependiente de la Jefatura de Gobierno Porteño, que lo sorprendió en los alrededores del boliche.

 En el mismo, el delantero dio positivo del control de alcoholemia que le realizaron y además no tenía los papeles correspondientes al BMW que manejaba, como la cédula azul y la VTV (Verificación Técnica Vehicular), por lo que decidió darse a la fuga con la documentación en manos de los agentes. Horas después, Fernández formó parte del triunfo de Racing ante Lanús por 3 a 0 en Avellaneda, en el que ingresó en el segundo tiempo en reemplazo de Gustavo Bou. Cabe destacar que no es la primera vez que el jugador se ve envuelto en un escándalo extrafutbolístico.

El 10 de mayo de 2015 había dado positivo en un control antidoping contra River. Más tarde, se supo que también había dado positivo en un partido por la Copa Libertadores, ante Guaraní de Paraguay. Poco después, llegó la sanción por parte de la Conmebol, y también del campeonato local.

Desde entonces, comenzó una dura lucha para superar su adicción. Se fue a México y a fines del año pasado fue reincorporado al primer equipo de la Academia, aunque en el comienzo de la pretemporada llegó varias horas tarde a la concentración y fue suspendido momentáneamente por Diego Cocca.