La policía de Brasil más allá de la huelga
Tras el levantamiento del paro y el cese del acuartelamiento por parte de la policía militar de Bahía (al haber conseguido mejoras salariales), y mientras su líder sindical Marco Prisco continúa detenido, las prácticas de las fuerzas de seguridad siguen dando que hablar. Se ha conocido en las últimas horas que un grupo de por lo menos 22 agentes policiales han recibido entrenamiento “anti-terrorista” por parte de la empresa de seguridad estadounidense Academi, antes conocida como Blackwater y denunciada por numerosos asesinatos de civiles tanto en Irak como en Afganistán. El más recordado de los casos es el de la masacre de la plaza Nisour, en Bagdad, donde murieron 17 personas.
Financiado por el gobierno de los Estados Unidos en el marco de actividades de cooperación, se está preparando a la policía de Brasil para megaeventos como el que se vivirá a partir del 12 de junio en ese país por el Mundial de Fútbol. En las capacitaciones se impartieron conocimientos sobre explosivos improvisados y ataques químicos y biológicos de los cuales podrían ser blanco los puertos de ese país.
Según el periodista Jeremy Scahill, de la revista norteamericana The Nation, en los últimos años la empresa de seguridad Blackwater “ha proporcionado inteligencia, formación y servicios al gobierno de los EE.UU. y países extranjeros, así como a varias empresas multinacionales como Monsanto, Chevron, Walt Disney Royal Caribbean Cruise Lines y los gigantes bancarios Deutsche Bank y Barclays”.
Claro que este hecho tuvo menos relevancia mediática que el policía sexy del subte de San Pablo, pero por suerte algo más que la máscara al estilo Star Wars que usará la policía “antidisturbios” durante el mundial.
Es conocido que en Brasil se ha creado una fuerza policial para la “pacificación” de las favelas, que la misma ha irrumpido en esos territorios realizando intervenciones indiscriminadas vulnerando la vida de muchísimos civiles y aumentando notoriamente el número de asesinatos.
La ONG Rio de Paz ha dado a conocer los números de los últimos ocho años (estadísticas elaboradas por el Instituto de Seguridad Pública de Río de Janeiro). En el Estado de Río de Janeiro se registraron en ese periodo 35.879 homicidios dolosos, 285 lesiones corporales seguidas de muerte, 1.169 robos con resultado de muerte, 5.677 muertes producto de intervenciones policiales, 155 policías militares y civiles muertos en acto de servicio. Más de 500 muertes al mes provocadas por una violencia que no cesa y ha provocado que los pueblos de las favelas hayan salido a protestar en las últimas semanas. Con la inminente llegada del mundial y en 2016 de los Juegos Olímpicos los pronósticos se vuelven cada vez más aterradores, más aún con los docentes del terrorismo.