"No hay excusas. Somos trabajadores y no tenemos excusas". De esta manera se dirigió el entrenador de Boca, Carlos Bianchi, a la prensa una vez consumada una nueva derrota de su equipo en Rosario.

Jamás encontró el rumbo; nunca pudo consolidar un mismo equipo (ya sea por lesiones, suspensiones o bajos rendimientos) y al parecer, el futbolista ya no recibe el mensaje con la misma simpleza que años anteriores.

Cuesta pensar en el final. Duele imaginar cómo será el día del adiós. Los tiempos se acortaron abruptamente y las indecisiones de los dirigentes colmaron su paciencia.

El técnico más ganador de la historia de Boca, transita horas de reflexión y de un exhausto análisis. Si bien las responsabilidades son compartidas, el DT, sabe que los jugadores ya no responden y ese compromiso que los mismos aseguran de la 'boca' para afuera, no se ve reflejado en lo rendimientos.

Futbolistas sin compromisos; dirigentes divididos; anarquía dirigencial. Carlos Bianchi sabe que su proceso como entrenador de Boca se sostiene solamente por la idolatría y el amor indescriptible que los hinchas le profesan a cada instante.

Lo que parecía ser sólo un traspié en el 'Superclásico', la falta de reacción ante la adversidad se trasladó a Rosario. Este plantel no está preparado para grandes logros. Este plantel: se acostumbró a perder. Carece de rebeldía y de amor propio; con un vestuario dividido y egos que jamás se resignarán.

Se podrán criticar contrataciones, modificaciones durante un partido y la utilización de esquemas, pero la actitud jamás debe negociarse. Y la 'actitud' de los verdaderos protagonistas se puso a la 'venta' en más de una oportunidad.

Esa razón es la que al verdadero hincha de Boca lo lastima. Y 'algunos' deberán agradecer, el vestir la camiseta más prestigiosa de la Argentina y dejar de lado las ambiciones personales.

Parece una decisión tomada y sin vuelta atrás. Más allá del apoyo del presidente Daniel Angelici, en torno a la continuidad del entrenador después de Junio, el DT, inteligente, daría un paso al costado.

Se renovó y se depuró 'gran parte' del plantel del semestre pasado; no se jugó Copa Libertadores (lo que le dio a Bianchi la posibilidad de tener 7 días para preparar un encuentro) y se contrató a los jugadores solicitados. ¿Hay responsabilidad de Bianchi?. Sí, la responsabilidad existe pero la falta de compromiso no es propiedad del 'Virrey'.

"Cuando no le das el golpe del final, el adversario sigue respirando". Palabras que sin dudas se relacionan con el presente y el futuro.

Los 'futbolistas': los grandes responsables del golpe final y aunque el 'Virrey' siga respirando, el aire contaminado lo impulsaría a esbozar por última vez, su ya reconocido: "Chau, felicidades".