La historia de lucha diaria del juvenil de Platense que rompió en llanto al ser convocado a la Selección
Lucas Domínguez, arquero de la octava división del Calamar, fue citado por Pablo Aimar para entrenarse con la Sub 15 de cara al Sudamericano que se jugará en Bolivia en noviembre y se enteró en el predio junto a los compañeros y coordindadores. Diario registrado te cuenta parte de su historia de sacrificios diaria.
La Selección Argentina Sub 15 se prepara para disputar el Torneo Sudamericano que se llevará a cabo entre el 17 de noviembre y el 3 de diciembre en Bolivia. El entrenador del equipo, un tal Pablo Aimar, empezó a convocar a los jugadores para preparar el equipo.
Entre los citados, está el arquero de la octava división de Platense, que deberá presentarse a entrenar con la Selección en el predio Lionel Messi. Y así se enteró: rodeado de sus compañeros de la categoría 2008, mediante una carta que le hicieron leer sus entrenadores entre los que está Leandro Belfi. En el video que se viralizó, se ve al juvenil del Calamar -al que apodan Loco- no poder contener las lágrimas al recibir la noticia. También lo felicita y lo arenga Juan Amador Sánchez, exfutbolista y DT del club, hoy Coordinador General de Inferiores.
La historia de 'El Loco'
Nacido en San Fernando, donde vive con su familia, Lucas empezó a jugar al fútbol a los 4 años en el club 9 de Julio de Bancalari. Luego fue a Deportivo Tigre, más conocido en el ambiente del baby fútbol. Ya desde los 6 años juega en Platense.
Hace dos terminó el baby fútbol y él además de inferiores en el Marrón, juega futsal. De hecho, su madre Silvia es quién corta las entradas los días de partido. Lucas viaja de San Fernando a Saavedra cuatro veces por semana para entrenar, gasta tres mil pesos de viáticos por día para ello.
Según pudo saber Diario Registrado, para comprarse los botines con los que jugará el Sudamericano, su hermana mayor le prestó la tarjeta. Y los guantes que tiene, los ganó en un concurso de penales.
Loco le dicen desde chiquito, le contaron al cronista. Y también que es referente en su categoría, una cara conocida del día a día Calamar, sea en el predio de Crisólogo Larralde o en el futsal. Otro pibe más criado al calor de un club, que lo premia que un regalo celeste y blanco, y el largo e interminable color verde del predio de Ezeiza.
Hay allí una armonía y una cadencia tal, que es el ambiente mejor para seguir cumpliendo sueños.