La definición de 'Maradona', según Cherquis, y una gran anécdota juntos
El vocero de la AFA participó de la sección “El Pueblo quiere saber”, en Duro de Domar, donde reveló algunas historias de Diego, brindó su definición sobre el astro, y se expresó sobre la comparación con Messi.
De visita por Duro de Domar, el vocero de la Asociación del Fútbol Argentino, Ernesto Cherquis Bialo, reveló algunas anécdotas junto Diego Maradona, se expresó sobre la compasión con Lionel Messi, y además brindó su definición acerca del astro del fútbol.
“Maradona no pertenece a ninguna etnia, no es ni blanco, ni negro, ni amarillo; no tiene religión, no es ni católico, ni judío, ni mahometano; Maradona conforma la raza de uno, es uno solo, es Maradona, así como es”, expresó Cherquis.
Además, bromeando, contó que el astro lo eligió para hacer su biografía, junto a Daniel Arcucci, “porque estaba muy enfermo”, y reveló: “Lo que me puteó Arcucci cuando lo mandé a pasar la Navidad con Diego”.
“Fue a pasar la Navidad, y hasta las 23,30 estuvo en la calle, a las 23,45 estuvo en el piso; a las 23,52 lo dejaron entrar al departamento, a las 24 brindó, y no se separó nunca más de Diego”, reveló el invitado de Duro, y agregó: “Arcucci terminó siendo una de las personas más próximas a la vida de Maradona”.
Sobre la comparación entre el mejor Maradona y el mejor Messi, el periodista aseguró que “con cualquiera de los dos gana”; manifestó que “tenemos que entender que Maradona fue, y que Messi está siendo”; y explicó que “hay una historia futbolística que todavía no termina, y una que terminó”, aunque reconoció: “La diferencia que hallo es que Diego era un líder dentro de la cancha”.
“En Cuba hicimos un picado, y yo le dije que no podía jugar a mi edad”, comenzó su relato Cherquis, que se relacionaba con el liderazgo de Diego y su visión del juego, y continuó: “Me dijo ‘yo te voy a decir dónde te tenés que poner en cada jugada’, y de repente recibía una cosa divina, mansa, seductora, que me decía ‘empujame’; y metí cinco goles, haciendo lo que Maradona me decía, sin haberlo hecho nunca antes, ni poder hacerlo nunca después”.