"La Conmebol tendrá que poner los límites a esta situación, si se juega o no se juega. Tengo un mail de anoche a las 20 donde la embajada y el gobierno de Venezuela garantizaban el evento. Tenemos que brindarles las mayores garantías a nuestros jugadores, a nuestro plantel y a todos nosotros para poder viajar. Si no las tenemos, seguramente no vamos a viajar. Hasta ayer las teníamos", señaló el dirigente en una entrevista con radio La Red.

A pesar del clima de tensión social que se vive en Venezuela, con protestas masivas, pedidos de destitución del presidente Nicolás Maduro, represión estatal y cierres de aeropuertos y rutas, el presidente de San Martín de San Juan aclaró que por el momento el partido "se juega".

"Está todo en condiciones, hoy se juega. Tenemos hotel, avión charter... tenemos todo areglado para poder ir a jugar y garantizado por el gobierno de Venezuela, así que hoy están dadas todas las condiciones para que el martes se juegue en Mérida", informó.

Que la sede sea justamente esa es una complicación extra, ya que "el aeropuerto de Mérida está cerrado", por lo que el plantel deberá "viajar 80 kilómetros por ruta".

Esa situación por un lado dificulta los operativos de seguridad, pero también revive los fantasmas que quedaron tras el accidente vial que sufrió el equipo de Huracán en el último febrero tras jugar un partido de Copa Libertadores.

De todos modos, Miadosqui tranquilizó y confió que el equipo de seguridad del seleccionado argentino ya estuvo en Venezuela estudiando el recorrido que deberá realizar el micro y el hotel donde se hospedará la delegación.

Por lo pronto, Argentina planea partir hacia Venezuela el próximo domingo, aunque los directivos se mantienen alertas y a la expectativa del curso que tome la vida sociopolítica de aquel país.