El Gran Premio de Macao en China tuvo un momento de desesperación cuando los espectadores vieron volar -literalmente- el auto de la corredora alemana Sophia Florsch para estrellarse contra las vallas exteriores del circuito.

A pesar del impresionante accidente la piloto sobrevivió aunque sufrió una fractura en su columna y debió ser intervenida quirurgicamente, y cuatro personas que se encontraban cerca del lugar del impacto resultaron heridas.