Francia goleó a Islandia y es el semifinalista que faltaba
La prematura efectividad del ataque francés acabó muy pronto con Islandia, que hasta ahí era la revelación de esta Eurocopa. Griezmann se coloca como máximo goleador en solitario con cuatro. Los goles: para los 'Galos' los hicieron Giroud, Pogba, Payet, Griezmann y Giroud, mientras que para Islandia descontaron Sigthorsson, Bjarnason. Mirá todo acá.
Nota 'Marca' de España
Cuatro partidos y un buen puñado de minutos después, Francia ofreció su verdadero potencial justo cuando comienza la fase decisiva de esta Eurocopa. Islandia fue desintegrada por el único volcán que no pudo controlar. Los delanteros galos exterminaron lo que encontraban a su paso gracias a los goles de Giroud -en dos ocasiones-, Pogba, Payet y Griezmann. Islandia dio la cara hasta que se la partieron. Eso sí, nadie les podrá quitar la sonrisa de la cara, ni siquiera esta goleada.
Islandia no fue el equipo rocoso en defensa de otras ocasiones. Tampoco Francia sufrió el atasco habitual en ataque. Los de Deschamps estuvieron finos en cuanto se les presentó la oportunidad de hacer daño. Giroud acertó cuando otros días falla y Pogba por fin hizo lo que se espera de él: marcar diferencias.
Dos golpes en 19 minutos apagaron la sublevación vikinga. Primero un disparo de Giroud tras arrancar en posición dudosa y más tarde un salto superlativo de Pogba para cabecear a la red dejaron a Islandia noqueada cuando todavía se estaba poniendo los guantes. El combate, a simple vista, había durado mucho menos de lo esperado.
Sus cuartos de final, de todos modos, no son fruto de un buen día o de la casualidad así que los islandeses siguieron a lo suyo. Y pudieron entrar en la eliminatoria con uno de sus habituales saques de banda convertidos en córner. No acertó Bodvarsson tras prolongar Sightorsson y ahí se acabó el partido de Islandia.
Los goles caían con una facilidad pasmosa. Payet cerraba el pase a semifinales con un disparo cruzado desde la frontal y Griezmann puso la guinda con una definición de superclase poco más tarde. El 4-0 era un castigo excesivo para una Islandia superada por las circunstancias.
El paso por vestuarios les sirvió para resetear y plantear el encuentro de otra manera. Sigthorsson consiguió incluso renovar esperanzas con un tempranero tanto tras un buen remate en el primer palo. Ese milagroso atisbo de remontada se esfumó con el segundo tanto de Giroud, que se adelantó a la salida en falso de Halldorsson por arriba. Pero no estaba Islandia por la labor de irse de puntillas de esta Eurocopa. Su insistencia y esfuerzo hasta el último suspiro encontró un nuevo premio en el cabezazo de Bjarnason.
Fue el punto final a una bonita, muy bonita aventura de un pequeño país que peleó con orgullo entre los grandes. Soñó con argumentos hasta que el anfitrión llegó a París con el despertador en marcha. Es la hora de las grandes potencias. Es hora de pelear por el título. Y Francia está preparado para ello.