Marcus Rashford, Jadon Sancho y Bukayo Saka, los tres jugadores afrodescendientes de Inglaterra que este domingo erraron en la definición por penales ante Italia en la final de la Eurocopa en Wembley

Los jóvenes fueron objeto de una avalancha de insultos aberrantes y "emojis" con imágenes de simios y bananas publicados en las redes sociales luego de consumada la final que quedará en la historia también por los hechos de violencia dentro y fuera del estadio.

Y en Inglaterra el escándalo tal que el tema tomó estado de política de gobierno. El primer ministro inglés, Boris Johnson, condenó este lunes los actos racistas: "Este equipo de Inglaterra merece ser elogiado como héroes, no abusado racialmente en las redes sociales. Los responsables de este espantoso abuso deberían avergonzarse de sí mismos".

Tweet de Boris Johnson


Además, la Asociación de Fútbol británica emitió un comunicado poco después de que terminara el partido, en el que describía ese comportamiento de algunos aficionados en Internet como "repugnante" e instaba a la policía a aplicar "los castigos más rigurosos posibles".

"Haremos todo lo posible para apoyar a los jugadores afectados mientras instamos a los castigos más rigurosos posibles para los responsables", expresó la FAl. Al tiempo que instó al Gobierno a actuar rápidamente y promulgar una legislación adecuada para que este tipo de abusos tenga consecuencias en la vida real.

Del mismo modo, consideró que las empresas de redes sociales deben intensificar y asumir la responsabilidad y tomar medidas para prohibir a los abusadores en sus plataformas, recopilar pruebas que puedan llevar a un enjuiciamiento y apoyar para que sus plataformas estén libres de este tipo de abusos.

Investigación en curso

La Policía Metropolitana por su parte, inició una investigación, advirtiendo que el comportamiento "inaceptable" "no será tolerado". E informó que 19 de sus oficiales resultaron heridos el domingo, mientras se enfrentaban a grupos de personas violentas y descontroladas en Londres tras el partido.

El DT de Inglaterra, Gareth Southgate, calificó los insultos racistas contra sus jugadores de "imperdonables". En conferencia de prensa, expresó: "Simplemente no es lo que representamos. La selección nacional representa a todo el mundo".

Sobre la violencia y las detenciones de aficionados que cometieron desmanes y se enfrentaron a la policía, el técnico consideró que no pueden controlar eso y que son otras las personas que tienen responsabilidades en esas áreas, por lo que deben trabajar juntos para mejorar esas cosas.

Incluso el príncipe Guillermo de Inglaterra, posteó en Twitter su condena a los insultos: "Estoy asqueado por los insultos racistas dirigidos a los jugadores de Inglaterra tras el partido de anoche. Es totalmente inaceptable que los jugadores tengan que soportar este comportamiento abominable".

Tweet de The Duke and Duchess of Cambridge

Mientras tanto, la red social Twitter eliminó más de 1.000 publicaciones racistas y suspendió cuentas. "En las últimas 24 horas, a través de una combinación de automatización basada en aprendizaje automático y revisión humana, eliminamos rápidamente más de 1,000 tweets y suspendimos permanentemente varias cuentas por violar nuestras reglas", dijo la empresa en un comunicado.

Por su parte, la compañía inmobiliaria británica Savills inició una investigación después de que un miembro de su personal fuera acusado de estar involucrado en el insulto en Twitter a los tres jugadores de raza negra del equipo británico.

Inglaterra, de local frente a 67 mil personas, perdió la ocasión de ganar su primera Eurocopa y festejar un título de trascendencia después del Mundial 1966 conseguido en su propia casa.

Rashford, Sancho y Saka, de padres centroamericanos en los dos primeros casos y africanos en el último, erraron sus ejecuciones e Italia se adjudicó la Euro tras imponerse 3-2 en la instancia de los penales.