Con tres regresos en tres equipos que hacen grande la B Nacional, el mercado de pases de la segunda categoría de nuestro fútbol hizo más ruido que el de Primera.

Walter Erviti sorprendió a propios y extraños al firmar por dos años y medio con Banfield. Federico Insúa dejó de lado los desafíos de campeonato y Copa en Vélez para volver a Independiente por 18 meses. Y Toranzo manifestó incluso por sobre las dudas de algunos dirigentes, sus deseos de volver al "Globo" aunque sea por seis meses a préstamo.

Erviti fue campeón con el Taladro en el Apertura 2009, bajo la conducción de Julio César Falcioni. Insúa levantó el trofeo del torneo Apertura 2002. Y Toranzo es un inolvidable de los hinchas quemeros por su actuación en el equipo de Angel Cappa que perdió el campeonato a manos de Vélez en 2009.

Entre los tres suman diez títulos. Dos son zurdos, el otro diestro, los tres juegan de armadores o enganches o conductores. Son tres tipos finos para intentar hacer jugar a sus equipos, en un torneo donde hay poco espacio y mucha presión para hacerlo.

Matías Almeyda, el DT del líder Banfield, dijo que estas contrataciones "jerarquizan el torneo". Lo que no señaló Matías es que además, decisiones como las de Walter, el "Pocho" y el "Pato" van a contramano de la de la mayoría de los jugadores.

Es que hay una máxima, como si alguien les pusiera un revólver en la cabeza a los tipos, de que hay que jugar en el club que más dinero te ofrece, aunque sea en China o Malasia. Justamente, Toranzo viene de ser dirigido en China por Sergio Batista.

Decisiones de este tipo van en el sentido de las de Juan Román Riquelme o Juan Sebastián Verón de jugar en los equipos de los cuáles son hinchas a una edad que les permita ser competitivos. De hecho, tanto Román como la Bruja regresaron y ganaron la Copa Libertadores con sus equipos.

Y más allá claro de que ganarán buenos dineros, Erviti, Insúa y Toranzo, regresaron por otros valores.