Ya no quedan localidades para ver a las selecciones de Brasil, Argentina y España, ni para las semifinales y la final en el estadio de Maracaná.

Eran las últimas 180.000 entradas que la FIFA había colocado a la venta para el Mundial de Fútbol de Brasil se agotaron en apenas ocho horas.

Las entradas puestas a la venta formaban parte de las reservadas para personas con discapacidad, pero ante la falta de demanda, y tras verificar la capacidad real de los estadios ahora que ya están listos, la FIFA decidió ponerlas a la venta a través de su web la medianoche de este martes.