En básquet: Argentina le ganó un histórico y emotivo clásico a Brasil
La selección de Básquet argentina se impuso frente a Brasil 111 a 107 en un clásico sudamericano parta alquilar balcones. Con la actuación 'estelar' del 'Chapu' Nocioni y Facundo Campazzo, la 'Generación Dorada' pasó de fase
El clásico tenía un valor especial, claro está. Pero para Brasil aún más porque ponía en juego su continuidad en el torneo de Río 2016. El dueño de casa se jugaba su presencia en el Arena Carioca 1 contra el rival de toda la vida. Más allá de que para eso se confirme necesita de los resultados de España, el golpe era terrible.
La Argentina tenía que levantar cabeza después de la caída ante Lituania. Y la fiesta fue 'albiceleste'. La selección ganó 111 a 107 en el segundo tiempo suplementario. Supo poner contra las cuerdas a los brasileños y se llevó un triunfazo a puro juego y corazón. "Que salen a ganar, que quieren salir campeón", bajaba de las tribunas.
Resultaron clave los 37 puntos y 10 rebotes de Andrés Nocioni -líder en ambos rubros-, así como los 33 puntos y 11 asistencias de Facundo Campazzo. Brilló el 'Chapu' y se agrandó el base. Formaron una dupla letal.
El inicio del partido mostró mucho de lo mejor que tiene este equipo. Con un Nocioni preciso y un quinteto sin fisuras, sacudió a Brasil. Lo exhibió y lo llevó a su mínima expresión con un parcial de 28-19.
En el segundo cuarto fallaron las decisiones internas y las externas: Sergio Hernández no le encontró la vuelta a la rotación. La Argentina arrancó mal y lo que empezó como un simple paso en falso desembocó en 10 minutos que fueron desdibujando la actuación de los argentinos.
Los números del comienzo hablaron por si solos: Brasil, con más puntos, falló más desde la línea de tres, pero alcanzó un 72% de efectividad en la zona pintada.
Tras el golpe de ir 52-44 abajo -luego del brillante 28-19 inicial-, la selección logró volver a ponerse en partido en el tercer cuarto. Sin Delfino, Ginóbili y Scola en cancha por varios minutos, el resto del equipo dio la cara. Con Nocioni como abanderado, pero también con buenos rendimientos de Campazzo y Garino. La Argentina llegó a estar 64-63 arriba, mostrando señales de recuperación. El cierre fue para Brasil: 72-67.
Ya en el final aparecieron los condimentos que aparecen en cualquier clásico picante: Se achicó la diferencia, se potenciaron los roces y creció la presión. La Argentina lo empató en 85 con un triple de Nocioni a falta de 3.8 segundos. Fue parte de la superlativa actuación de las figuras de la tarde: falló Ginóbili, tomó el rebote Campazzo y empató el 'Chapu' para el delirio de propios y extraños.
La paridad siguió en el primer tiempo extra, que terminó 95-95 y 'Manu' tuvo la chance de inclinar la balanza en el último segundo, pero no pudo y mandó el partido a un segundo tiempo suplementario.
¿Había tiempo para más? Sí, la Argentina mostró mejor resto físico y se fue acomodando, más allá de algún susto. Con un Delfino errático (firmó la planilla con ceros en los ítems principales) y sin Scola ni Nocioni, ambos con cinco faltas, Manu y Campazzo se cargaron el final.
Fue el resumen de la transición que tanto pide Hernández. De un recambio que tanto ilusiona. La Argentina ganó el clásico, puso al rival en crisis y celebró la clasificación a la próxima etapa. A puro corazón, ganó esta generación.