Cada vez más se habla de la utilización de la tecnología aplicada al fútbol. Para ir un poco más allá; se habla específicamente de aplicar herramientas audiovisuales que permitan despejar incógnitas ante las diferentes situaciones que puedan llegar a darse en un partido.

Una imagen, al cabo, vale más que mil palabras.

Me permito hacer la diferenciación ya que pienso que la idea de que no hay tecnología aplicada al fútbol es algo falsa. Los balones que se han ido utilizando; las diferentes prendas deportivas para los futbolistas y los software para entrenamiento, o la aparición del Mono Burgos con los Google Glass en el banco del Atlético Madrid campeón con el Cholo Simeone; son ejemplos que delatan que la aplicación tecnológica al fútbol viene de hace rato.

Lo específico es poder determinar qué fue lo que en realidad pasó dentro del campo de juego, con el apoyo técnico de un determinado número de cámaras ubicadas a tal efecto.

Éste párrafo viene a ser un “entre paréntesis” porque otro día escribiré sobre el tema; Pero vale aclarar que en los deportes en donde se aplica la tecnología para ser justo en los fallos; la relación árbitro-jugador, generalmente, muuuuy generalmente, transita por los carriles de la corrección y desde el vamos la autoridad del juego tienen más autoridad que los ídolos deportivos a los que debe arbitrar .

Pero lo más importante de la utilización de soportes técnicos es lo que termina produciendo. El espectador, el hincha, irá a la cancha con una cantidad de incertidumbres menos.

Tomemos por ejemplo el partido por Copa Sudamericana entre Rosario Central 1 Boca Jrs 1 y el gol de tiro libre del canalla cuando ya se habían cumplido los 90 reglamentarios y los 5 adicionados. El reglamento termina avalando al árbitro por una serie de incisos y de letra chica que no todos conocen. ¿Cuántos saben que el tiempo que se adiciona es el piso determinado y no el total de lo que se va a adicionar?

La historia es conocida. El partido era para Boca Jrs 1-0. Última jugada, tiro libre para Central; gol. 1-1

Ahora pregunto ¿Si Boca Jrs o Central iban  ganando 4-0 y se producía esa misma situación y el tiro libre no se pateaba, incluso teniendo todo el aval del reglamento para hacerlo cobrar, quién iba a quejarse?

Entonces aquí tenemos un ejemplo claro de aplicación develadora de incógnitas. Si hay un juez que determina que los minutos a recuperarse son 4 y le avisa al cuarto árbitro. Ëste, a su vez, toma el letrero luminoso donde marca los números de los cambios y marca el número 4. Lo levanta y lo exhibe a la masa congregada en el estadio. Listo loco, son 4!!!!! De que piso me hablan? Entiendo que puede haber cosas en esos 4 minutos que autoricen más tiempo; pero aclaremos el reglamento y ya. LO QUE MARCA EL ARBITRO ES. LISTO. El espectador no debe interpretar el reglamento. El espectador quiere certezas.