La presencia de Leo Messi en Rosario, donde está pasando unos días de vacaciones, revolucionó la ciudad hasta el punto que las autoridades evalúan cómo hacer para llevarlo hasta el estadio de Newell's para la despedida de Maxi Rodríguez.

El capitán del campeón del mundo recibe el cariño de todos a cada paso que da y trata de resguardarse en un barrio privado donde aun allí es filmado y requerido por los vecinos.

Pero también aprovecha la posibilidad que le da estar en el país para saciarse de las cosas que le gustan, como son los churros de un local tradicional de la ciudad. Hizo el pedido, y el joven que lo llevó contó lo que sintió al saber quién era el que los había solicitado.