El gran gesto de Eduardo Domínguez: entrenó a los chicos de su barrio
El DT del campeón histórico con Colón cumplió el sueño de chicos de 7, 8 y 9 años del barrio El Pinar de Santa Fe, que les pidieron que los entrene. Y Eduardo los sorprendió: llevó conos y pelotas y hasta regaló camisetas. La madre de uno de los nenes contó cómo fue el encuentro en una nota radial.
Luego de lograr el histórico título con Colón de Santa Fe en la final de la Copa de la Liga ante Racing, Eduardo Domínguez cumplió el sueño de los chicos del barrio El Pinar (al costado de la autopista que une a la ciudad con Rosario) donde vive y los entrenó.
El nene de 8 años que lo encaró en el barrio cerrado donde vive el entrenador campeón se llama Mateo. La mamá de Mateo, Marylin, le contó a un medio santafesinos los detalles: “Mi hijo y sus amigos le golpearon la puerta el sábado, pero no había nadie. Volvieron a ir el domingo y los atendió Eduardo. Le pidieron si los podía entrenar y les dijo que los esperaba en la cancha después de las 16 horas”.
En diálogo con el programa radial La Central Deportiva, de Cadena 3, continuó: “Imagínate el revuelo de mi hijo y sus amigos cuando Domínguez les dijo que sí. Tienen entre 6 y 9 años. Pasaron una tarde súper linda con él en la cancha de El Pinar”.
La nota con la madre de Mateo
“Domínguez corre habitualmente dentro de las calles del barrio. Es súper atento, simpático. Te lo cruzás a diario. No se sube al caballo de estrella. Por eso no nos sorprendió que les haya dicho que sí”, explicó Marylin.
“Ya le habían pedido en otra oportunidad que los entrenara. Pero justo llegaron jugadores nuevos a Colón y Eduardo se tuvo que ir volando al club. Después él y su esposa pasaron personalmente por cada casa a pedir disculpas porque le había fallado a los chicos”, reveló la mujer.
Y al describir cómo es Domínguez como vecino, no dudó: “Es un tipazo. Súper gentil con los nenes. Todos pensábamos que iban a jugar a la pelota así nomás. Pero no, les trajo conos, arcos y una bolsa con pelotas”.
Y concluyó: “Con todo el trabajo que tuvo estos días, podría haber dicho que no. Pero hasta la esposa (Brenda Bianchi, la hija de Carlos Bianchi) mandó un mensaje desde Buenos Aires pidiendo que le enviemos fotos porque no se quería perder las caras de los nenes”.