El gol en contra más insólito e inexplicable del año lo hicieron en el Ascenso
Inentendible lo que le sucedió al arquero de Comunicaciones, Rodrigo Cervetti, que quiso sacar largo con su mano, pero terminó metiéndose la pelota en su propia valla. Fue el primero de los cinco que se comió su equipo frente a Atlanta.
Atlanta goleó de visitante a Comunicaciones, pero el triunfo comenzó a consumarse por un insólito blooper del arquero rival, que se metió un gol inexplicable.
El pobre de Rodrigo Cervetti quiso sacar largo con su mano, pero se excedió y terminó metiéndose la pelota en su propia valla, para así abrir el marcador a favor de la visita.
Luego de la macana del portero, su equipo recibió cuatro tantos más que decretaron una tarde para el olvido.