"El Super Bowl se organiza todos los años, ¿por qué no tener una Copa del Mundo cada dos años?", soltó Gianni Infantino durante una visita institucional a Israel cuando le preguntaron por el deseo de FIFA que tiene en vilo a clubes de Europa y sus federaciones.

El Super Bowl es el partido final del campeonato de la National Football League (NFL), uno de los eventos deportivos más vistos del mundo, que la rompe en mediciones televisivas y recaudación por publicidad.

Infantino fue a más: "La reputación de un evento depende de su calidad, no de la frecuencia. Cada año tienes un Wimbledon o la Champions League y todos están emocionados y esperando".

Para el presidente de la FIFA la modificación del calendario no supondría ninguna pérdida para la competición más importante a nivel selecciones. Así lo explicó: "Muchos críticos dicen que sería perjudicial, pero los estudios de FIFA aseguran que no disminuiría la magia del torneo porque su frecuencia no afectaría su calidad y reputación".

Y concluyó: "Ya hemos decidido que habrá una Copa del Mundo con 48 selecciones a partir de 2026. Si se llevará a cabo durante dos o cuatro años, todavía está en la fase de consulta. Precisamente porque es un torneo mágico, tendría que celebrarse con más frecuencia".

La UEFA, principal opositora al proyecto

Entre las críticas de algunas federaciones, clubes, jugadores y hasta amantes de la pelota, se destaca la principal, la política. Y es la UEFA, vía su presidente el esloveno Aleksander Ceferin, el que hace un tiempo afirmó: "El Mundial tiene su valor precisamente por ser cada cuatro años. Un Mundial cada dos lo devaluaría. Los clubes y las selecciones deben ocupar su espacio deportivo y financiero".

Fue luego de que en mayo de este año, el máximo organismo del fútbol mundial apruebe una propuesta para analizar las posibilidades de realizar la Copa del Mundo masculina y femenina cada dos años.