Cristiano Ronaldo es una de las figuras de la Eurocopa por más que ya no sea el mismo delantero implacable de años atrás.

Pero el luso conserva el magnetismo sobre su figura y nunca pasa desapercibido cuando está en el campo de juego.

En el encuentro ante Turquía, la seguridad fue rebasada y hubo cinco intrusos que cortaron el partido atraídos por su figura.

Llegado un momento, y con el equipo buscando el triunfo, el ex Real Madrid perdió la paciencia.