El arbitraje del fútbol argentino ha dado grandes personajes que terminaron metiéndose en otras áreas gracias a su popularidad o personalidad, o ganándose el cariño de un sector con el cual comparten gustos.

Así los Héctor Baldassi -quien se acopló al PRO cordobés- o Javier Castrilli -quien llegó a ser funcionario- son algunos ejemplos de esto.

Otros fueron referencia en su especialidad por su estilo particular -como Luis Lamolina- o su físico -como Néstor Pitana. Y hasta hubo alguno con look rockero como Luis Olivetto.

Pero Pablo Echavarria le ganó con un detalle que dejó ver en su tarjeta amarilla: el inconfundible logo de Los Redondos.