El cabezazo de Dzemaili que nos hubiera llevado a definir por penales el pase a cuartos de final tiene un antecedente inolvidable.

En la Copa del Mundo de Argentina del 78', el holandés Rob Rensenbrik, estrelló la pelota en el palo en el último minuto del tiempo regular, que le hubiera dado el título a Holanda.

Luego, en el alargue, Argentina convirtió dos goles y se consagró campeón mundial por primera vez.