El cabaret cuervo
Después de caer en promoción, se desnudaron varios focos de conflicto y diferencias en San Lorenzo: Carlos Bueno y Caruso Lombardi, Tinelli, su ayuda económica y sus cuestionamientos, y su presidente, cada vez más cerca del adiós.
Por momentos, parece que San Lorenzo hace todo lo posible por jugar la Promoción o irse directamente al descenso. Tras perder ante Tigre el último fin de semana y caer en zona de Promoción, saltó la térmica en gran parte del “Mundo San Lorenzo”.
El primero en quejarse fue el delantero uruguayo Carlos Bueno, que criticó sin tabús al DT por no cumplir su palabra y no poner a los jugadores más experimentados de arranque. "No siempre los cambios van a rendir como en el partido anterior. Un jugador como el Pipi tiene que estar; cuando entró, hizo cosas increíbles. No estamos para guardarnos nada. El técnico dijo que era un momento para que jueguen los grandes".
Caruso Lombardii retrucó: "Los jugadores de San Lorenzo no están preparados para pelear el descenso y esta vez jugamos contra un equipo que está armado para salvarse del descenso".
Pero lo que llamó la atención, sin dudas, fue que Bueno acusó a Caruso de trabar su pase a un equipo mejicano.
Luego de esta vergonzosa guerra de declaraciones cruzadas, esta tarde el propio Bueno reflexionó y pidió perdón ante los dirigentes, sus compañeros y el cuerpo técnico.
En la práctica de hoy, los principales dirigentes insistieron en la necesidad de "hablar las cosas dentro del vestuario", sobre todo en este momento. ¿Justo ellos?
Por su parte, Marcelo Tinelli, el exitoso empresario, horas antes de su regreso a la pantalla chica tuvo espacio para referirse al "Ciclón". Figura principal del comienzo del descalabro financiero del club, con la llegada de figuras como D'Alessandro, entre otros, habló y quiso salvarse de los males de San Lorenzo acusando que ofreció importantes jugadores en enero, y que estaba en desacuerdo con el arribo de Madelón.
"Parece que uno no tiene la intención de hacerle bien al club", se quejó. Y, enseguida, advirtió que fue determinante para la llegada de Julio Buffarini. "Colaboré con dinero para traerlo y no lo dije", contó.
Por último, desechó la posibilidad de ser presidente. "No puedo ser presidente por mi trabajo", advirtió, entre críticas a Carlos Abdo, que luego del Clausura, seguramente se irá.
Así está San Lorenzo hoy, con un equipo que deambula en la cancha y cayó en Promoción a falta de dos fechas. Con diferencias irreconciliables entre los dirigentes, oficialistas, opositores, jugadores y cuerpo técnico. ¿Podrá salvarse a pesar de todo esto? A fin de mes lo sabremos.