Barcelona venció 3-1 a Juventus en Berlín por la final de la Liga de Campeones y se quedó con el título más ansiado mundialmente a nivel de clubes. Con chispazos de Lionel Messi y alternando momentos de buen fútbol con otros de zozobra, el conjunto 'culé' gritó campeón y conquistó su quinta copa europea.

Lo que a priori se presentaba como un duelo entre la Pulga y Carlos Tevez, terminó siendo un partido vibrante que pudo terminar siendo de cualquiera de los dos. De todos modos, las miradas siempre estuvieron enfocadas en ellos, los jugadores más desequilibrantes de ambos equipos.

Tal fue el frenesí que tuvo por momentos la final, que en apenas tres minutos Javier Mascherano ya había cometido dos groseros errores en defensa y la asfixiante presión de Juventus parecía desarmar los planes de Barcelona. Sin embargo, tras una gran jugada colectiva, Andrés Iniesta encontró el tan mentado pase extra y Rakitic adelantó a su equipo.

Desde entonces, el equipo de Luis Enrique se convirtió en una tromba que solo encontró resistencia en Gianluigi Buffon, de notable actuación. El italiano le ahogó el grito a Dani Alves en una atajada que, de haber tenido el partido un destino diferente, habría sido recordada como la jugada de la final.

uventus reaccionó tras una media hora en la que no encontró los caminos y se acercó al empate. Sin embargo, un Tevez desconectado y un funcionamiento que no terminó de aceitarse los llevó al descanso en merecida desventaja. La segunda mitad prometía emociones, y no defraudó.

Barcelona salió a imponer condiciones y parecía acomodarse a un trámite que lo encaminara al título. Sin embargo, en una jugada aislada, Tevez recibió dentro del área, se dio vuelta para definir y del rebote de Ter Stegen llegó la definición al gol del español Álvaro Morata, el verdugo de Real Madrid.

Ese fue el momento de Juventus para quedarse con la copa. 15 minutos en los que Barcelona se mostró desbordado como nunca, sin chances de tener la pelota ni romper la presión de su rival.

El Apache fue pieza clave de su equipo, pero no logró convertir en una jugada que recibió sobre el borde del área y su equipo terminó pagándolo caro. En cuanto Barcelona dispuso de una chance de contra, Messi comandó a pura velocidad, buscó el arco y el inexpugnable Buffon dio un rebote que Suárez cambió por gol en un momento crucial de la final.

Fue golpe de knock out para Juventus. Le costó reaccionar y Barcelona volvió a acomodarse al partido. Con Rakitic en gran nivel a cargo de la distribución, Suárez siempre incomodando a la defensa con sus piques permanentes, Neymar amenazando y Messi con pinceladas de su inagotable talento, el elenco culé durmió el partido y ya definitivamente se encaminó al título.

Volcado definitivamente al ataque, Juventus regaló espacios y en la última jugada del partido Neymar y Pedro armaron una contra perfecta para que el brasileño se anotara en la red y le pusiera la frutilla al 3-1 final que erige nuevamente a Barcelona como el mejor equipo de Europa.

El gol Rakitic de para el 1 a 0:

El empate de Morata:

El 2-1 de Luis Suárez:

El 3-1 final de Neymar: