El fallo unánime (las tarjetas sentenciaron 115-110, 116-109 y 117-109), no dejaron lugar a dudas en una madrugada que será difícil de olvidar para los argentinos y para el mundo del boxeo.

Contra todos los pronósticos, Marcos Maidana venció por puntos en una paliza histórica al renombrado y temido tres veces campeón Adrien Broner, el norteamericano a quien señalaban como sucesor de Floyd Mayweather.

Argentina tiene un nuevo campeón mundial, quizás el mejor de todos por cómo lo logró: ganó en USA, peleando inteligentemente, con guapeza y astucia, y con dos puños que son dos macetas arrojadas desde un balcón.

Maidana sorprendió de entrada a propios, extraños y a su rival. Le pegó los cuatro primeros rounds, reguló, metió contragolpes, le cerró los caminos a un tipo con tanta cintura y variantes, lo tiró dos veces -en el segundo y octavo asalto-, y hasta revirtió el favoritismo del público que coreó su apodo en el último tramo de una pelea de la que se hablará por mucho tiempo.

¡Los notables del boxeo que decían que Murray -rival de Maravilla Martínez en Vélez- era un paquete, que Danny García no lo podía lastimar a Lucas Matthysse y que Maidana sólo tenía chances de meter una buena mano en esta velada, deberán cambiar su libreto!

El santafesino planeó una pelea con su equipo que rozó la perfección, incluso en los momentos en que mermó su rendimiento físico contra un rival muy atlético y seis años menor que él.

El momento de la pelea, además de las dos caídas del moreno, fue cuando el argentino "apoyó" a Broner al quedar detrás de él. Un gesto que el norteamericano había practicado en uno de los primeros rounds, para intentar sacar de pelea a Maidana. Haber esperado su revancha hasta en ese detalle, muestra cuán concentrado peleó el 'Chino'.

Marcos René Maidana es un campeón... ¡del carajo! Porque se demostró a sí mismo todo cuánto puede evolucionar un boxeador de los que sólo pegan fuerte. Le sumó inteligencia, templanza y experiencia a su estilo, y se coronó en una noche de película en la que fue el héroe.

Un héroe que abrazado a su madre en el medio del ring tras la coronación y las preguntas del animador estadounidense, que estaba más exaltado que él, sólo respondía: "Gané como debe ganar un campeón".