El surfskate es una modalidad que surge de la combinación entre el skateboarding y el surf, permitiendo trasladar la sensación de deslizarse sobre las olas al asfalto.

Lo que lo diferencia del skate tradicional es su eje delantero, diseñado con un mecanismo más flexible y giratorio. Gracias a esta estructura, el rider puede realizar giros amplios y suaves, impulsándose únicamente con los movimientos del cuerpo.

De qué se trata el nuevo deporte para surfear sin agua y qué beneficios tiene

El surfskate tiene sus raíces en la década de 1950, en el sur de California, donde los surfistas, al no poder entrenar en el agua debido a la falta de olas o malas condiciones climáticas, buscaron alternativas para mantener su entrenamiento.

La principal diferencia entre el skateboarding y el surfskate, según explica Mac Gaul, instructora, radica en los objetivos: mientras que en el primero se busca realizar trucos, saltos y cortes, el surfskate está orientado a fluir, trabajar los giros y buscar líneas fluidas, centrado en la experiencia de deslizarse y no tanto en la acrobacia. Según Claudio Morales, instructor y diseñador de tablas de surfskate, estas patinetas son ideales para principiantes, ya que permiten realizar maniobras como girar y ascender las paredes de forma más accesible. 

Ambos coinciden en los aspectos que hacen al surfskate diferente:

  • Movimiento ondulante, similar al del surf más que al del skate tradicional.
  • Carving y pumping: Generar velocidad usando el cuerpo, de manera similar a cómo lo hacen los surfistas sobre las olas.
  • Trabajo de equilibrio y coordinación más exigente.
  • Estética más libre y fluida, alejada de la técnica acrobática del skate tradicional.

La capacidad de imitar los movimientos del surf fuera del agua ha llevado a muchos surfistas a utilizar el surfskate para mejorar su equilibrio, fuerza, confianza y agilidad, tanto dentro como fuera del mar.

Estos son algunos beneficios de esta nueva práctica deportiva según especialistas:

  • Mejora el equilibrio y la coordinación: Es ideal para el estado físico ya que requiere de un control corporal preciso, mejorando la propiocepción y el equilibrio. Además, una práctica aeróbica de al menos 20 minutos puede tener efectos positivos en la salud cardiovascular, mejorando la resistencia, circulación y capacidad pulmonar.
  • Fortalece el core y el tren inferior: Esta actividad trabaja de forma intensiva la zona media del cuerpo, en especial los abdominales y lumbares, así como las piernas (cuádriceps, isquiotibiales, glúteos y gemelos), mejorando tanto el control postural como reduciendo los dolores lumbares. 
  • Contribuye a la rehabilitación: Puede ser una herramienta muy útil en la rehabilitación post-lesión, especialmente para problemas en tobillos, rodillas o caderas, ya que simula los movimientos dinámicos del surf sin generar impactos fuertes. Esto mejora la estabilidad, el control motor y la fuerza de los músculos estabilizadores.

Además de sus beneficios físicos, la actividad física también tiene un impacto positivo en la salud mental. El ejercicio ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, lo cual contribuye a un bienestar general.

En esencia, esta disciplina busca replicar la dinámica del surf en tierra firme, ofreciendo una alternativa ideal para entrenar fuera del agua o simplemente disfrutar de una experiencia de deslizamiento más fluida.