Michael Stiven es un joven colombiano de 13 años que tenía un sueño: conocer a Radamel Falcao García, el delantero que se encuentra rehabilitándose de una lesión ligamentaria en su rodilla.

El pequeño fue sorprendido por el exitosos atacante, y ante el encuentro no pudo evita contener las lágrimas, y por el contrario se largó a llorar desconsoladamente.

El encuentro fue tan emocionante, y las palabras de admiración de Michael eran tan fuertes, que el propio ‘Tigre’ terminó lagrimeando también.

"Yo sé que se va a recuperar, esta pierna Dios se la va a fortalecer, y no lo digo para que esté en el Mundial, sino porque te mejores", le deseó el pequeño colombiano a su ídolo, en relación a la lesión que lo tiene afuera de las canchas.