Ignacio Bailone, autor del primer gol y de las asistencias de los dos restantes, marcados por Lucas Rodríguez e Israel Damonte, fue el punto más alto del Pincha, pese a que su incidencia tuvo lugar a partir de que logró quebrar el cero recién a los 44 minutos del primer tiempo.

Tigre fue un claro dominador en la primera etapa, con la velocidad de Lucas Janson, creador de una gran jugada con sombrero a Ascacibar y remate de emboquillada que se fue apenas desviado, y con Diego Morales, sacudiendo disparos al arco, uno de ellos devuelto por el travesaño y otro contenido por Mariano Andújar.

Pero en la última jugada del primer tiempo, Bailone cruzó al gol al encontrar una pelota que se filtró en un área cargada y que se inició en un tiro libre desde la izquierda ejecutado por Lucas Diarte.

A Tigre no le alcanzó el entretiempo para encontrar la frialdad necesaria y Estudiantes lo aprovechó pues a los 40 segundos de iniciado el juego, desde un lateral por izquierda, seguido de un centro de Bailone, Lucas Rodríguez pisó la pelota como en baby fútbol, dejó sin chances al arquero Adrián Gabbarini y convirtió sin que una arrastrada de Emiliano Papa lo evitara.

La imagen que dejó la defensa de Tigre en el tercer gol mostró su estado de desconcierto. Damonte avanzó por el centro, abrió para la izquierda, Bailone metió un centro atrás casi sin mirar y el rubio Damonte entró al área y recibió sin marcas para convertir fuerte y cruzado.

En el ultimo cuarto de partido Tigre fue al ataque con amor propio pero sin la lucidez que mostró en el primer tiempo y Estudiantes controló estratégicamente el juego por el resto del tiempo.

La Nación