Boca: El pasado te condena
"La falta de definición es una de nuestras carencias". Así se expresó el entrenador de Boca, Carlos Bianchi, una vez finalizado el anémico empate ante San Lorenzo.
La gente no aguantó más y explotó. Divisiones como en cada familia, el público xeneize se fracturó entre el efímero reconocimiento y el insulto constante.
Aquellos que no reciben guita de los protagonistas, se encargaron de reprochar; los otros trataron de alentar, aunque la realidad que vive el equipo te quita todas las ganas de esbozar un grito.
¿Hasta cuándo el hincha de Boca tendrá que soportar las excusas?. Ninguna explicación que no se emita desde el terreno de juego convencerá.
La gente se cansó y explotó.
Un plantel rico en 'ego', pero miserable en 'ambición'. La situación no se tolera más. Un equipo armado y moldeado para pelear campeonatos, fracasó hace rato por las indecisiones de dirigentes inexpertos y lobbistas; por un técnico que lejos está de ser aquel que fue, que convencía a los más endebles y por los JUGADORES que aún no se han dado cuenta en qué parte del planeta conviven.
La campaña es desastrosa. Pobre como pocas. Se buscó a principio de temporada un recambio que modifique aquella realidad que asustaba. Los resultados del presente no tienen nada que envidiarle.
Decisiones. Decisiones se necesitan. Urgentes y de alto calibre. El 'verdadero' hincha no tolera vivir más del glorioso pasado. Copas, clásicos y batallas memorables que con sólo recordarlo, erizan la piel. Pero la realidad camina por la vereda de enfrente.
Ídolos que sólo juegan en casa; futbolistas anémicos de amor propio y los 'grandes' responsables que se contradicen públicamente dañando la imagen del club.
¡Basta!. ¿Hasta cuándo?. Sin Copa Libertadores que desgaste el funcionamiento; sin actividad en Copa Argentina para utilizar como excusómetro y sin viajes que demoren la ilusión.
Dicen que es muy difícil adivinar el futuro; para muchos incierto. Y con todo el dolor del mundo, lo único que en el 'Mundo Boca' esta claro es el mañana. Un mañana poco alentador y colmado de inconvenientes.
Los dirigentes están a tiempo de cambiar las cosas. Hasta el momento no hay saldo positivo por más que se revuelvan las irregularidades.
De lo futbolístico ni hablamos. Más de lo mismo, como a lo largo de todo este año y medio de proceso.
Hay realidades que no tienen explicación. Se agotó la paciencia; se acortaron los plazos.