Nota diario 'Marca' de España:

Bélgica se impuso con contundencia a la selección irlandesa para recuperar sus opciones de meterse en octavos de final y, de paso, la autoestima perdida en la primera jornada del campeonato. Dos goles de Lukaku y uno de Witsel vuelven a meter a los belgas en las quinielas.

Necesitaban los belgas un partido así. La derrota contra Italia les hizo mucho daño y han tenido que pasar unos días complicados, con la figura de su seleccionador Marc Wilmots, en el centro de todas las críticas. Ganar hoy y hacerlo de esta manera, le proporcionará a la selección belga el margen de maniobra que necesitan.

Lo cierto es que Irlanda tampoco fue nada del otro mundo. Salvo algún intento de entrar por banda de Hendrick o Brady, los irlandeses no generaron peligro. Valga para apoyar esta tesis el hecho de que Courtois no recibió un disparo a puerta en todo el partido.

Por su parte, los belgas fueron de menos a más. La entrada de Dembele en el once titular en detrimento de Nainggolan, así como la participación desde el inicio de Meunier, le dieron otro aire a los de Wilmots.

Los goles se hicieron esperar hasta la segunda parte, cuando los Diablos Rojos demostraron su potencial a la contra. Lukaku abrió el marcador tras una gran arrancada de De Bruyne por la derecha. El del City cocinó la jugada y le cedió el balón en la frontal, para que el del Everton definiera con clase ajustando el disparo al palo.

El segundo tanto llegó con un centro al área, una suerte que ambos equipos probaron con desigual fortuna durante todo el duelo. Witsel supo llegar a tiempo para rematar el balón que puso a la olla Meunier, uno de los más destacados de la tarde.

La sentencia llegó otra vez a la contra. De nuevo Bruynne arrancó por la derecha y habilitó en la frontal a Hazard, que sólo tuvo que prolongar el balón para asistir a Lukaku.

Así las cosas, los belgas tienen muchas opciones de estar en la siguiente fase del campeonato. Se la jugarán contra Suecia en la última jornada.