El 4 de julio se reunió el plantel profesional de Rosario Central, tras la cuarentena por el coronavirus. Se dio en el Gigante de Arroyito, donde la dirigencia le presentó a sus jugadores a su nuevo técnico, Cristian Kily González, quien dejó su cargo al mando de la Reserva y asumió en reemplazo de Diego Cocca (firmó hasta diciembre de 2021). El encuentro fue bajo estrictas medidas de prevención ajustadas a los protocolos sanitario.

El protocolo estableció de manera firme que cada uno de los que iban arribando debían dirigirse directamente al campo de juego, adonde se ubicaron 40 sillas separadas a dos metros entre sí para cumplir con las distancias mínimas recomendadas.

Allí, en el corazón del campo, al costado de una mesa en la que se pudieron observar distintos elementos de higiene, el Kily pronunció sus primeras palabras como entrenador del primer equipo. Una charla de 40 minutos -sí, la duración también estaba estipulada- en la que bajó algunos de los conceptos que pretende para el futuro, claramente incierto dado que el reinicio del fútbol todavía no tiene fecha en agenda, y en la que presentó a sus colaboradores.

Luego cada cual a su casa a seguir aislados. El entrenador a cranear el plantel que quiere para cuando se reanude la actividad futbolistica.