El mundial Brasil 2014 se acerca y el libre mercado encuentra en él un lugar más que apropiado para quedarse con jugosas ganancias. Es por eso que el gobierno de Dilma Rousseff ha decidido establecer una serie de controles a los distintos rubros que giran alrededor de este evento. Tal como vemos en nuestro país, la puja entre gobierno y empresarios se desata y cada uno va eligiendo qué cartas jugar.

En los últimos días, la Secretaría Nacional del Consumidor dependiente del Ministerio de Justicia de Brasil, preocupada por los precios abusivos que se vienen registrando de cara a la Copa del Mundo, solicitó a los hoteles de las doce ciudades-sede que brinden transparencia y coloquen en internet los precios que están cobrando por la reserva de habitaciones durante los días del mundial. Dichos valores no podrán superar los números que cobran durante la temporada alta de cada ciudad. En el caso de Río de Janeiro el precio de la habitación deberá ser similar al que cobran en los días de Carnaval y Año nuevo. Un detalle interesante es que, para ilustrar esta noticia, en el diario del multimedios O Globo no dudaron en colocar la foto de un mayordomo (negro, obviamente) y la frase “sin miedo” debajo de la misma. Es en esa ciudad carioca donde, por ejemplo, se encuentra el hostel Che Lagarto (barrio de Ipanema) que está cobrando su habitación compartida de seis a 290 pesos argentinos en temporada baja, la eleva a $680 los días de carnaval y en los días del mundial llega a costar $780.

Lo que paso con las tarifas aéreas en los vuelos de cabotaje dentro del Brasil es un claro ejemplo de esa tensión que existe a la hora de marcar y remarcar las tarifas. Inmediatamente luego del sorteo de grupos del mundial, los vuelos hacia las distintas sedes aumentaron un 13% y por estos días el gobierno de Dilma se propuso lanzar una mayor oferta de aéreos y así poder reducir los precios. Todo esto será controlado por el comité Interministerial, organismo que durante la Copa vigilará los servicios, los precios y la calidad.

No sólo en estos rubros se sufren los aumentos de precios y es que, de cara al mundial venidero, los comercios también saben que están ante una oportunidad única para acrecentar las ganancias y por estos días son los ciudadanos brasileños quienes sufren ante el incremento cotidiano de los costos. La página de Facebook “Río Surreal”congrega estos reclamos de miles de personas que deciden denunciar a aquellos establecimientos cuyos precios son considerados abusivos y así lograr boicotearlos. Este sitio va sumando adeptos y tiene como simpático símbolo el billete de la moneda brasileña (el real) con la cara de Salvador Dalí (ícono del surrealismo).

Pero no todas son pálidas para aquellos que decidan aventurarse hacia Brasil durante el mundial. Dado los altos números en los que se encuentran las habitaciones de los hoteles y la cantidad de gente que viajará a Brasil, el gobierno de Dilma ha dispuesto la creación de un hospedaje alternativo. Estamos hablando del programa de servicios “Cama y café”, es decir, casas de particulares que ofrecen el alquiler de su habitación para dormir y tomar el desayuno, obviamente a precios muy inferiores a los de los hoteles. Las casas simplemente deben cumplir unos mínimos requisitos y ser avaladas por las autoridaes municipales. Este servicio ya puede encontrarse en Rio de Janeiro y Brasilia y, por ejemplo, ofrece una noche de mundial en la primera de estas ciudades desde los $350.

Fomentar estas iniciativas sirve para maximizar la oferta y que la demanda no se canalice tan sólo por unas pocas vías. Generarle competencia a los mercados oligopólicos. Al fin y al cabo, y como decía Dalí, “el que quiere interesar a los demás tiene que provocarlos”.