El Potro Carlos Abregú, tucumano residente en Salta, fue domado en su intento de conquistar el título Intercontinental welter OMB y avanzar hacia una pelea mundialista porque le ganó el invicto estadounidense Sadam Alí por nocaut técnico en el noveno round.

Al minuto, 59 segundos del noveno capítulo de la pelea realizada en el Boardwalk Hall de Atlantic City, en el estado de Nueva Jersey, Alí (66,220 kilos) retuvo su cinturón porque el árbitro Harvey Dock se interpuso entre los pugilistas al interpretar que el nacido en Chicligasta (66,450) seguía sin reponerse de una caída reciente, la que se produjo en ese mismo segmento, aunque fue la segunda que sufrió en la velada.

La primera vez que Abregú cayó sobre el tapiz en este combate ocurrió en el sexto episodio, cuando el imbatido dio muestras de que la velocidad de sus brazos era equivalente a la de sus piernas y el derechazo se pareció a un rayo que estalló en el rostro de quien iba para adelante desprevenido y desprotegido.


En la segunda ocasión en que el habitante de Salta La Linda perdió la estabilidad, cuando quedó arrodillado sobre la lona, se empezó a marcar la tendencia irreversible que iba a tener el epílogo, más allá de que el retador se levantó y siguió peleando por su sueño, hasta que intervino el juez y consideró que lo visto ya era suficiente.

Para Abregú no se trató de una noche buena, ni por el resultado ni por la cronología del desarrollo, porque se lo vio lento y jamás logró ni encerrar ni comprometer al movedizo, inteligente y preciso Alí, quien de contraataque definió el pleito.