No había ninguna necesidad de hacerlo. Ni para él recibir un castigo que puede dejarle secuelas importantes ni para nosotros, como espectadores amantes del boxeo y admiradores de un gran campeón como fue Evander Holyfield, verlo caer así.

Siempre el ocaso de un campeón es triste, pero cuando ya en los entrenamientos previos se veía que lucía lento, cansado y gastado -hasta en el habla se notaba el efecto que habían hecho los golpes en su cabeza- pocos se animaron a predecir otro final que el que sucedió

Vitor Belfort, un excampeón de UFC que brilló en esa disciplina pero con pocos antecedentes boxísticos, lo castigó sin piedad desde que comenzó la contienda y lo tiró dos veces hasta que el árbitro paró la desigual pelea.

Una mancha más para el boxeo que tiene compañías promotoras que quieren seguir sacando dinero de las viejas glorias a cambio de poner en riesgo su salud.

Para destacar, la aparición del expresidente estadounidense Donald Trump... ¡como comentarista del combate! El exmandatario se volvió a mostrar en público y recibió el apoyo de sus seguidores en el estadio.

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Tweet de James Nava