En el último tiempo, River sufrió las bajas de Ariel Rojas, Teófilo Gutiérrez, Ramiro Funes Mori y, en diciembre, quien partirá será Matías Kranevitter. A estos nombres hay que sumarle la posible salida de Carlos Sánchez, quien está en la órbita de Atlético Mineiro e Inter de Brasil, además de Cruz Azul y América de México.

La danza de nombres ante cada mercado de pases comenzó antes de lo previsto y River quiere asegurarse algunos jugadores para el año próximo. Silvio Romero, ex Lanús, actualmente en Jaguares de Chiapas ya le avisó a la dirigencia mexicana y al director técnico, Ricardo La Volpe, su deseo de vestir la banda. Al parecer, Romero tiene todos los números para hacerlo a partir de enero.

El volante central que pretende Gallardo juega en el fútbol argentino, más precisamente en Tigre, y se llama Joaquín Arzura. Por el joven mediocampista, River ya inicio charlas y el jugador está muy ilusionado en mudarse a Nuñez. El sueño en esa posición es Guido Pizarro, pero parece económicamente imposible por su cotización y su contrato en Tigres de México.

Leandro Fernández, delantero de Godoy Cruz, también suena en los pasillos del Monumental. El santafesino podría pasar a River en caso de que Lucas Alario no se recupere de su luxación en el hombro aunque, en caso de que el ex Colón supere la lesión, Fernández también podría desembarcar en Nuñez.

El colombiano Carlos Alberto Sánchez, actualmente en Aston Villa, y Patricio Rodríguez, ex Independiente y hoy en Johor Darul Takzim FC de la Superliga de Malasia, son otros apellidos que se los vinculan al mundo River pero que parecen un poco más lejanos. El River 2016 está en proceso de armado y estos son los primeros nombres entre tantos que habrá.